Albóndigas en salsa de tomate

Ingredientes para las albóndigas:
- 1/2 kg de carne picada
- dos huevos
- dos rebanadas de pan de molde mojadas en leche
- sal y pimienta
- aceite para freir

Ingredientes para la salsa:
- 8 tomates medianos
- una cebolla
- un vaso de agua
- una cucharada de harina
- sal, pimienta y azúcar

     Empezaremos preparando la carne. Ponemos todos los ingredientes en un bol y mezclamos con las manos hasta que resulte una mezcla más o menos homogénea. Dejamos reposar en la nevera al menos media hora. Después haremos bolitas y las freiremos en una sartén con aceite, para que estén bien hechas por todos los lados. Reservamos las albóndigas en un plato.
     Seguimos haciendo la salsa de tomate. Cortamos la cebolla y la ponemos a sofreir hasta que esté transparente. Añadimos los tomates cortados en trozos y salpimentamos. Dejamos sofreir unos diez minutos a fuego medio y probamos, si resulta ácido tendremos que echar un poco de azúcar. Cuando los tomates estén casi deshechos (a los doce o trece minutos, pero dependerá de la madurez del tomate), pasamos este sofrito por la batidora (si somos muy escrupulosos con las pieles, podemos pasarlo por un colador o chino). Ponemos esta salsa de tomate en la cazuela donde vayamos a hacer las albóndigas y cocemos a fuego medio. Añadimos el vaso de agua y la harina y removemos bien para que la harina espese un poco la salsa. Después añadimos las albóndigas reservadas y dejamos cocer unos 10 o 15 minutos y ya tenemos nuestro plato listo.
     Os dejo una foto del resultado

Sopa o caldo digestivo

     Típico plato que te hacía tu madre cuando estabas malo del estómago, que según ella era "capaz de resucitar a un muerto". ¿Qué hacemos norrmalmente cuando nos vamos a vivir solos? Comprarlo de brick. Pensamos que es algo difícil de hacer, pero desengañaros, en un plato rápido, fácil y que es difícil que salga mal.

Ingredientes:
- Una o dos zanahorias
- Una o dos patatas
- medio puerro
- un trozo de morcillo
- uno o dos muslos de pollo
- una punta de jamón
- sal al gusto

     Ponemos todos los ingredientes en una cazuela grande (lógicamente las verduras peladas), la llenamos de agua y la ponemos al fuego durante 1h30. A mitad de cocción, probamos y salamos a nuestro gusto. De vez en cuando, iremos quitando la espumilla que sale en la superficie para desengrasar nuestro caldo.
     Si queremos convertirlo en sopa, colamos el caldo y lo echamos en otra cazuela y cocemos los fideos  (o si preferimos arroz) unos dos o tres minutos y ya tenemos nuestro plato hecho. Lo dicho, fácil, rápido y desde luego mucho más rico que los comprados.
     Os dejo una foto del resultado,

 
     Si tenemos niños pequeños, podemos aprovechar las verduras y la carne para hacer un puré rico y sabroso. Si no, no os preocupéis con la carne que sobra, si no os gusta comerosla, siempre se pueden hacer unas buenas croquetas caseras.